Desde una vista aérea, el moderno complejo de edificios del hotel se encuentra en el paisaje nevado de la montaña: elegantes fachadas de vidrio y formas geométricas limpias armonizan con los picos nevados y las sinuosas pistas de esquí, convirtiendo la estructura en un "barco de observación" que sumerge a los huéspedes en el país de las maravillas alpinas.
Algunas habitaciones adoptan el diseño japonés clásico: pisos de tatami, pantallas shoji de madera y un loft de madera elevado crean una atmósfera serena y zen. La integración de sofás y ropa de cama modernos equilibra la elegancia tradicional con el confort contemporáneo, fusionando el patrimonio cultural y la acogedora hospitalidad.
Otras habitaciones priorizan la "inmersión panorámica": las ventanas del piso al techo enmarcan vistas panorámicas de lagos y montañas distantes, convirtiendo la naturaleza en un telón de fondo vivo. Los tonos neutros suaves, los muebles minimalistas refinados (sillas de cuero, alfombras a rayas) y la decoración artística de las paredes crean un espacio de lujo ligero donde los huéspedes se relajan mientras se sumergen en el vasto paisaje.
En general, el hotel une la armonía arquitectónica con la naturaleza y los diálogos entre la tradición y la modernidad, elevando las escapadas alpinas con profundidad cultural, esplendor visual y comodidad.