Al anochecer, el edificio de gran altura del hotel se destaca en el horizonte de la ciudad: las luces cálidas y brillantes de las habitaciones se fusionan con la elegante fachada, mientras que la audaz señalización de "Marriott" refuerza su identidad de marca. El diseño equilibra la sofisticación corporativa con la calidez acogedora, lo que lo convierte en un hito destacado en el núcleo urbano.
La habitación adopta una estética refinada y minimalista: los tonos neutros suaves, la ropa de cama lujosa y una acogedora zona de sofás crean un refugio tranquilo. Los grandes ventanales enmarcan vistas icónicas de la ciudad (como puentes y ríos), difuminando la línea entre la comodidad interior y el paisaje exterior. Los diseños bien pensados también integran espacios de trabajo, atendiendo tanto a viajeros de placer como de negocios.
El salón emana grandeza para eventos exclusivos: la iluminación geométrica del techo proyecta un brillo cálido, mientras que las sábanas blancas, las sillas con detalles dorados y los imponentes arreglos florales crean un ambiente sofisticado. La abundante luz natural y la disposición flexible de los asientos lo hacen ideal para bodas, galas o conferencias corporativas, lo que demuestra la capacidad del hotel para ofrecer experiencias de eventos de alto nivel.
En todos los espacios, el hotel fusiona un diseño icónico, comodidad centrada en el huésped y lujo multifuncional para redefinir la hospitalidad empresarial urbana.