Desde este horizonte panorámico de la ciudad, el proyecto se ancla en el corazón de una metrópolis vibrante, donde coexisten elegantes rascacielos y exuberante vegetación, sentando las bases para espacios que combinan energía cosmopolita con refinamiento artístico.
En el espacio del salón, una audaz interacción de color y forma ocupa un lugar central: un sofá rojo escultural con curvas orgánicas ancla el área, mientras que una obra de arte floral a gran escala (repleta de tonos melocotón y amarillo) se convierte en un punto focal contra estanterías abiertas y paneles de pared cálidos y acanalados. Las modernas luces colgantes con pantallas globulares añaden un toque caprichoso, uniendo el arte vanguardista y la funcionalidad acogedora.
El vestíbulo adopta una llamativa estética tropical-moderna: los imponentes candelabros de ratán (elaborados con detalles tejidos a mano en capas) cuelgan de un rico techo verde azulado, proyectando una luz suave sobre las paredes de verde azulado degradado y menta. Los materiales naturales como el ratán se fusionan con bloques de colores llamativos, mientras que los sutiles motivos botánicos en el piso y los verdes en macetas traen el aire libre, creando una primera impresión grandiosa pero accesible.
Dentro del rincón del salón de la suite de invitados, el encanto retro se encuentra con la comodidad moderna: un sofá de terciopelo amarillo curvilíneo se combina con una silla decorativa azul marino, colocada contra las paredes con detalles suaves y arqueados y un nicho de exhibición retroiluminado. Grandes ventanales enmarcan el horizonte urbano, permitiendo que las vistas de la ciudad se conviertan en parte de la decoración, mientras que las luces colgantes escultóricas agregan una capa lúdica y artística, equilibrando la intimidad y la conexión con la metrópolis exterior.
En todos los espacios, el proyecto teje la vitalidad urbana en cada detalle, demostrando cómo el diseño puede armonizar la vida en la ciudad con el lujo artístico e inmersivo.